L O S   M O L I N O S   D E   B U N I E L

     Nuestros Molinos se remontan a la época visigoda época en la que cualquier río, arroyo, riachuelo servía para emplazar un molino; arroyos como el de Fuentes, ahora San Vicente que antigüamente tenían gran caudal, y en cuyas aguas se ubican actualmente nuestros molinos. En Buniel se puedieron contabilizar hace mucho tiempo al menos cinco.

     Los que hoy se conservan son dos y los conocemos en Buniel como  "MOLINO DE ARRIBA", al que pertenecen las fotos, y el "MOLINO DE ABAJO", si bien este último tiene sus días contados con el nuevo trazado del Tren de Alta Velocidad (A.V.E). Ambos fueron construidos por los señores Don Pedro Martínez de Manzuelo, escribano y tesorero de la casa de la Moneda de Burgos y Don Diego de Santamaría, banquero, que compraron sendos terrenos y se les concedió construir dichos molinos. Actualmente alrededor del  "MOLINO DE ARRIBA" hay un espacio destinado al ocio en contacto con la naturaleza y con el medio ambiente en que que pasar un dia de agradable de merienda. 

     Ambos molinos son de sistema horizontal, cuya rueda está en dicha posición, provisto de un engranaje y transmitía el movimiento a las ruedas. En un principio fueron completamente de madera lo que permitió que su construcción y mantenimiento fueran mas económicos.

    Se levantaban por medio de un abovedamiento, incluía un embalse donde se acumulaba el agua antes de ser expulsda. Bajo los arcos se alojaban las ruedas provistas de paletas sobre las que se efectuaba la fuerza hidráulica y de esta forma aumentaba la potencia molturadora. La transmisión del movimiento circular desde las ruedas hasta las muelas era efectuado por el rodezno que al cuerpo principal, formado porun palo de madera, eje trabado en una serie de maderos, marranos reforzados por abrazaderas, sortijas, etc. Llevaba encajado la muela y la rueda volante. Descansaba en su parte inferior sobre unos puntos de rotación, picos, de forma aguda o cóncava, que facilitaba el giro.

Era necesario calzar y guzar, en el extremo superior del palo se colocaba una pieza cónica llamada "gorrete" y a través de unos enganches denonimados "navajas", se sujetaba la muela volantera superior.

La molienda se efectuaba por el rozamiento de las dos piedras que eran reforzadas por unos anillos "coronas", y el cereal era introducido en la tolva, por la que caía rítmicamete sobre las muelas.

Los veceros por San Miguel llevaban una carretada de piedra de doce quintales, para los repartos necesarios. Si la molienda se efectuaba entre el 15 de octubre y el 20 de junio se cobraba 10  maravedíes y en el periodo restante tres cuartillos de real. Se cobraba un tributo por molienda "maquila" que consistía en pagar una parte del grano que se iba a moler. En 1488 se pagaban cuatro cuarteles de grano por cada carga de grano, no pudiendo pasar de las 14 arrobas.

En cuanto al reparto del tiempo para moler se denominaba a veces "vices" y así nos lo describe el catastro del Marqués de la Ensenada:

"...no hay mejores almas ni mas afectuosas, que dos molinos molineros de una rueda sobre el cauce molinar que sale del río Arlanzón, propio de diferentes particulares, vez de este pueblo, compuesto de veinticuatro días uno y de ciento treinta y cuatro del otro y son los vecinos los que se controlan y regulan el producto de cada uno en veinticinco fanegas por todos los productos: Trigo, centeno y cebada".

Por último decir que "la vez" era derecho de propiedad y utílización del molino durante un día completo.

Fuente: Leoncio Perez Merino